sábado, 28 de julio de 2012

La debacle

Todo cae, todo se derrumba

lunes, 2 de julio de 2012

Tu ausencia es un crepúsculo continuo  en mi alma.  Un día sin ti son 48 horas de soledad inmensa. Un día sin ti es lo contrario de un minuto contigo, mientras el uno detiene mi mundo por su rapidez, el otro me lo descarrila por su lentitud. He aprendido a medir el tiempo con dos raseros en aparente contradicción perenne. Contigo odio los relojes, porque funcionan. sin ti odio los relojes por que funcionan muy lentamente.
Contigo no me canso de respirar de inhalar el aire que te rodea de mirar la luz que te deslumbra de mirar el mundo que te hace vibrar,emocionarte, estremecerte o acaso todo en un instante. Contigo un minuto es una minúscula e inútil manera de medir el tiempo a tu lado, cuando trato enfebrecido de hilar minutos contigo,  las caprichosas parcas, hilanderas del destino de ponen de acuerdo para deshilacharlos. 
Que duro es tejer el tiempo justo a tu lado para sentirte, mirarte y amarte tan solo en ese instante perenne en el que la luna refleja tus ojos junto al río. 

Y que maravilloso es el mundo cuando lo detienes, haces que el resto de las cosas que junto a ti orbitan parezcan detenidas, evanescentes y carentes de importancia. Haces que los obstáculos mas difíciles cual montañas infranqueables se conviertan en suaves colinas para pasearlas a lomos de tu risa de manantial de primavera.